
Bea & Luis
Nos encanta enseñaros nuestro trabajo, compartir con vosotros la ilusión y el mimo que le ponemos a cada boda, presentaros a nuestros novios y sobretodo, que podáis disfrutar y recordar con nosotros, momentos tan especiales como el que vivieron ellos el día de su boda.
Hoy nos adentramos en la boda de Bea & Luis, una de las parejas que confió plenamente en nosotros desde el primer momento. Sin duda alguna, una de las ventajas de ser wedding planners es conocer a gente tan maravillosa y tan diferente. No hay dos novios iguales, por eso en Pasión Eventos nos preocupamos por transmitir la esencia de vuestra personalidad en cada detalle.
A Bea y a Luis les encanta la música, viajar y el mar. Quizás por eso Mallorca era el sitio idóneo para ellos. La boda se celebró en una preciosa finca en medio de la naturaleza que fue el escenario perfecto para ambientar la boda en un marcado estilo mediterráneo. El resultado fue una boda romántica, elegante y con el toque rústico que ambos buscaban.
Utilizamos una paleta de colores en la que el verde y el amarillo fueron los protagonistas. Nos acompañaron margaritas, camomila, crisantemos de botón amarillo, olivo y limones, y se quedaron durante toda la boda.
La decoración de la ceremonia fue sencilla y sobria a base de cestas, cajas llenas de olivo, paniculata y prendidos a conjunto que colgaban de sillas de bambú. Si algo podemos destacar de la ceremonia fue el árbol que enmarcaba el altar del que colgamos botellitas de cristal llenas de paniculata.
Habilitamos unas zonas chillout en el aperitivo con sofás en tonos neutros y butacas de mimbre, acompañados de cojines verdes y amarillos y cajitas de zinc salpicadas de flores. Del aperitivo podemos destacar un puestecito de cervezas artesanales que estaban elaboradas por ellos mismos ¡en su propia casa! Tenían los nombres de sus dos perritas que tan presentes estuvieron ese día, Bimba & Lola.
Para el almuerzo creamos unos centros de mesa compuestos por jarrones de diferentes tamaños y botellas con margaritas y camomila. Un camino de tela de saco recorría todas las mesas imperiales de madera, que, con un bajo plato de ratán, copas verdes, limones y olivo formaban un conjunto en donde cada pieza encajaba a la perfección.
La boda estuvo llena de detalles que transmitían la esencia de los novios. El más bonito, sin duda, las narices de payaso que regalaron a todos los invitados. Al ser los dos médicos decidieron colaborar con la Fundación Theodora, gracias a la cual, divertidos payasos llevan ilusiones y sonrisas a todos esos niños que están hospitalizados.
La música en directo estuvo muy presente este día, ya que es una pasión que la pareja comparte desde siempre. Piano en la ceremonia, un cuarteto de Soul & Funcky en el aperitivo y la guinda del pastel la puso el grupo de Luis, que animó a todos en las primeras copas del baile.
Fue una boda elegante y natural en la que tanto los novios como los invitados disfrutaron al máximo. Nuestro mayor regalo fue ver lo contentos y felices que estaban, totalmente relajados y exprimiendo cada segundo.
Recibir sus sinceras palabras de agradecimiento días después, hace que no se nos olvide el porqué nos dedicamos a esta profesión.
¡Espero que hayáis disfrutado mucho de este post! Os dejamos con las preciosas fotografías de Abraham García, quién supo captar la alegría y armonía de aquel día.











































































