
Cris & Miguel
Una de las cosas más enriquecedoras de ser wedding planner es poder conocer a tantas personas, todas tan distintas, todas tan maravillosas. Tenemos la suerte de poder ir de la mano con ellos en uno de los períodos más bonitos de su vida que es, sin duda, la organización de su boda.
Hoy os traigo al blog la boda de Cris y Miguel, una pareja muy risueña, que desde nuestra primera entrevista tuvieron claro que sólo Pasión Eventos podía encargarse de planificar este día. Son muchos los motivos por los que las parejas necesitan ayuda para organizar su boda. Lo que les empujó a ellos a contratar los servicios de un wedding planner fueron la distancia y la búsqueda de una boda diferente.
Nuestro principal objetivo, aunque suene a tópico, es hacer vuestros sueños realidad, y en el caso de Cris y Miguel conseguimos mantener la esencia de lo que son como pareja en el día de su boda y hacer partícipes a todas las personas que forman parte de su vida. Después de algunos mails y alguna que otra conversación, entendimos lo que querían: una boda original, divertida, llena de emoción, ¡en la que todos pudieran disfrutar a tope!
Se casaron en la Ermita de Sant Miquel, una acogedora capilla a pocos minutos de la preciosa finca donde celebramos la fiesta posterior, con unas vistas espectaculares a la Sierra de Tramuntana. Fue una boda alegre, informal, de estilo rústico-mediterráneo. Rosa palo, verde y blanco fueron sus colores y como flores les propusimos paniculata, rosas, lisianthus, fresias y astromelias.
Decoramos la ceremonia con grandes cestas llenas de paniculata y para el final, preparamos unos conos con lavanda para que los invitados lanzasen a los recién casados. El ramo de Cris fue un delicado bouquet a base de rosas David Austin en tonos rosados, cineraria y olivo.
Para el aperitivo, habilitamos una zona chillout en la zona de la pérgola donde los invitados podían disfrutar de unas vistas impresionantes. Sofás de madera natural, cojines en tonos rosados, verdes y blancos y pequeños tarros de flores dieron calidez al entorno. En la zona de la clastra colocamos grandes velas náuticas para suavizar el impacto del sol en el almuerzo. Montamos mesas imperiales con mantelería blanca y camino de arpillera, sillas de madera, bajo plato de ratán y vasos de agua en tonos verdes. Todas ellas acompañadas por unos delicados centros de mesa formados por jarroncitos y botellas de cristal llenos de flores. Fue un montaje que estaba en armonía con el entorno y el marcado estilo mediterráneo de la boda.
Tuvieron música en vivo en la ceremonia y también en el aperitivo, donde la gente ya empezaba a calentar motores… Contamos con un catering original y de gran calidad que dejó a todos los invitados boquiabiertos y un DJ que hizo que la fiesta fuese espectacular. No faltaron detallitos para todos los invitados, monólogos sorpresa, canciones por parte de amigos, proyecciones que hicieron reír y llorar a todos, millones de risas y los tan necesarios mojitos hasta el anochecer.
Si hay algo que destacaría de esta pareja es su alegría, su permanente sonrisa y la pasión que tienen por sus amigos y familiares.
Es un privilegio poder dedicarte a lo que tanto amas y poder formar parte de momentos tan únicos como los que vivimos nosotros en las bodas. Os dejo con las fotografías de Martín Ramis para que podáis saborear algunos de los momentos de ese día.





















































