Un cuento de hadas que por fin se hizo realidad.

Íntima, sofisticada, elegante, romántica, emotiva y llena de mil detalles, así fue la boda mallorquina de Lara y Nacho.

Todo empezó en 2016 pero debido a un desafortunado problema familiar tuvimos que parar todos los preparativos. En febrero de este año decidieron retomar la organización de la boda y nos volcamos en cuerpo y alma para que tuvieran el cuento de hadas que tanto habían soñado.

Desde un primer momento conectamos, no sólo porque tuvieron una confianza ciega e incuestionable en sus wedding planners (o sea, nosotros 😊) si no porque Lara y Nacho son de esas personas que te llenan el corazón y te transmiten paz.

Lara quería una boda de cuento, llena de detalles, mágica (como ella) con una comida de gran calidad y una decoración exquisita. ¡Y voilà, nos pusimos manos a la obra!

Elegimos cuidadosamente a nuestros colaboradores, todos ellos profesionales Top de la isla. Formamos un gran equipo y entre todos hicimos vivir por unas horas un cuento de hadas a todos los allí presentes.

Fue una fiesta íntima, con grandes influencias mallorquinas en la comida y una paleta variada y poco convencional a base de tonos azules, morados, blancos y toques silver.

La combinación de la incomparable belleza del lugar con la exuberante puesta en escena dio como resultado un escenario sublime, convirtiéndola en una noche mágica e inolvidable para todos.

Una ceremonia en un bosque encantado con un montaje lleno de sentimiento.

Decoramos los accesos con cajas, troncos con velas de diferentes tamaños, cestas con grandes arreglos florales salvajes en azules, blancos, verdes, lavanda y carteles indicativos hechos a mano de madera. Una alfombra de sisal natural rodeada de exuberantes arreglos florales de hoja verde y flores indicaba el camino hacia la ceremonia.

Para los invitados pusimos banquitos de madera natural y cojines de colores.  En el altar, una alfombra de yute a los pies de los novios, un banquito y un atril de madera decorado con florecillas. Colocamos muchas velas y botellitas vintage llenas de flores alrededor y encima del murete de piedra.

Rincones con cajas y troncos, velas, grandes arreglos florales salvajes, dos carpas bajo las que creamos distintos escenarios.

En la zona del cóctel dispusimos una carpa beduina, bajo la que colocamos diferentes rincones chillout, cada uno en un estilo distinto que se complementaban a la perfección. Un conjunto con sofás blancos, cojines azules, lavanda y piedra, mesas de bambú acompañados de flores y velitas. Un rincón “boho” con alfombras de yute, mesas de bambú, cojines de varios tamaños en el suelo. La barra de bar era de madera y la decoramos con grandes arreglos florales y diminutas magic lights.

Cortinas de luces y porta velas que colgaban de la pérgola bajo la que montamos la preciosa mesa de madera blanca.

La reina de la noche fue la gran mesa que dejó a todo el mundo con la boca abierta. Hicimos mucho hincapié en la iluminación. Colocamos una cortina de luces que recorría toda la fachada de la casa, porta velas “tears” de varios tamaños a distinto nivel que colgaban de la pérgola bajo la que montamos la preciosa mesa de madera blanca.

Los centros de mesa estaban compuestos por jarrones de cristal vintage con flores románticas en blanco, lavanda y azul, complementados con candelabros, porta velas y elementos en color plata y cristal.

Cabe destacar también los “marca sitios” personalizados hechos a mano sobre bases de madera y cuerda, que los invitados se llevaron como recuerdo.

La combinación de vajilla y cristalería fue escogida minuciosamente y junto con el resto de los elementos dieron como resultado una mesa elegante, sofisticada y romántica.

No solo trabajamos mucho la estética de la boda sino también elaboramos un menú maravilloso de la mano de uno de los mejores chefs de la isla.

En la cena pusimos diferentes “paraditas” hechas de madera con bombillas verbeneras, que sirvieron para exponer un espectacular menú hecho con mucho mimo.

Ofrecimos un aperitivo original, sin olvidar la tradición y potenciando mucho el sabor, a base de especialidades fundamentalmente con sello mallorquín: crujiente de langostino y embutido mallorquín; sofrito cremoso de mejillón con pan crujiente; coca mallorquina con verduras, sardina y tomate asado, etc.

Continuamos con diferentes estaciones donde se ofreció pescado fresco del día, brochetas del pulpo, paletilla de cordero a BT…y muchas otras cositas ricas, ricas. No faltaron los quesos, una tartita de limón que quitaba el sentido, cardenal de Lloseta, helados caseros…todo ello acompañado de vino dulce y MUCHO AMOR.

Los invitados bailaron bajo un cielo estrellado de luces

La zona de la discoteca transcurrió bajo otra carpa beduina decorada con un techo de luces que le daba un ambiente mágico.

Además, como obsequios para los invitados pusimos diferentes rincones con llellés, mantitas para la noche y un cigar bar.

Para los más golosos montamos una mesa dulce con mini repostería de alta calidad a base de brownies, cupcakes, donuts, macarons, pastas de té y una preciosa “drip naked cake”.

Una boda creada y planificada de principio a fin por Pasión Eventos.

Trabajamos todos los días para conseguir bodas auténticas y de gran calidad porque creemos en el trabajo bien hecho y nos encanta ver felices a nuestros novios.

Es un privilegio poder dedicarte a lo que tanto amas y poder formar parte de momentos tan únicos como los que vivimos nosotros en las bodas.

Estas fotos que quitan el aliento son obra de Pere & Marga. Espero que hayáis podido saborear, aunque sea un poquito la esencia de lo que fue ese día.